Fuente: La Razón
Desde la rueda de los sumerios o la imprenta de Gutenberg la tecnología siempre marca el devenir de la humanidad. Esta evolución basada en revoluciones adquiere una nueva dimensión con la aparición del chip y el bit. Tal y como expone la Ley de Moore, desde entonces la velocidad de las transformaciones se multiplica por dos cada 24 meses hasta llegar a la fase actual, marcada por la madurez de los smartphpones (infinitamente más potentes que los ordenadores que llevaron al hombre a la Luna) y la eclosión de fenómenos como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la robótica de altas prestaciones, el machine learning y la evolución inminente del quantum computing.