¿Le ha llegado la hora al MBA?
Puede que el producto estrella de las escuelas de negocios tenga los días contados. Hablamos del MBA o Máster en Administración de Empresas. Llegaron de Estados Unidos, y de Reino Unido y es allí donde cada vez son más los centros de formación de directivos que los retiran de su oferta. Primero fue la prestigiosa London School of Economics; ahora es el King’s College de Londres, la Universidad de Wisconsin-Madison, la Tippie College of Business (Iowa) y la Universidad de Wake Forest, en Carolina del Norte. Los cursos que están desbancando al MBA son los programas de big data, business analytics o inteligencia artificial, las nuevas herramientas que el mercado demanda a los ejecutivos.
Una de las razones por las que estas escuelas están abandonando el MBA a tiempo completo es por falta de alumnos o porque se trata de un programa cuyos costes son muy caros; otra, porque no aportan valor añadido sobre la extensa oferta de sus competidores y prefieren centrarse en los posgrados, donde sí ofrecen este diferencial; y otra, porque pierden dinero con este emblemático producto.
El MBA, en entredicho
El MBA vuelve a estar en entredicho, igual que durante la última crisis económica. Y ello se deja notar en España; de hecho, las entidades financieras han dejado de considerar el MBA imprescindible para fichar a sus ejecutivos. Hay un problema de contenidos. “Los MBA resultan demasiado generalistas”, sostiene Josep Maria Altarriba, decano de EAE Business School.
Muchos aseguran que el nuevo MBA es el máster en negocios de Internet. Y no solo los contenidos son diferentes, sino también la metodología, donde lo importante no es lo que aprendes, sino lo que implementas en la empresa. Para evitar que la demanda se agote, las escuelas de negocios españolas están intentando dar un giro total a su máster estrella. “En este sector tan dinámico necesitamos estar atentos a los cambios de paradigma. Más aún con un programa como el MBA, que goza de mucho prestigio”, declara la directora general de Esade Business School, Eugenia Bieto. Porque no hay que olvidar que para muchos centros de formación de directivos es el maná. En algunas instituciones los programas de administración de empresas llegan a representar hasta el 45% de sus ingresos.
Personalización
En la actualidad se pide que la formación de un máster sea transversal. Saber de humanidades, creatividad, big data y tecnología, conocimientos que van más allá del puro negocio. Y las escuelas deben dar estas herramientas. Escuelas como la Barcelona School of Management, dependiente de la Universidad Pompeu Fabra han decidido personalizar sus MBA, introduciendo cada vez más asignaturas optativas para que este máster siga siendo la estrella de la educación ejecutiva adaptándose a cada alumno.
Por su parte, Esade tiene previsto dar un vuelco a su MBA a tiempo completo el próximo curso, porque, en opinión de Eugenia Bieto, es un programa que no va a desaparecer, pero sí necesita repensarse. Y para ello han cambiado la metodología e incorporado creatividad, big data, robótica y todas las herramientas que facilitan la toma de decisiones actualmente. “Buscamos dar respuesta a lo que demandan las empresas: gente que sea capaz de liderar los cambios”, agrega Bieto.
Puede que el MBA tenga los días contados, pero este momento no ha llegado todavía a España, donde los candidatos a cursar este máster siguen siendo muy cuantiosos. Tanto es así que la oferta, lejos de disminuir, crece.
Especialización
Esa es precisamente la idea de la recién creada CMI Business School. Su presidente y fundador, Rafael García, lo tiene claro. Su centro de formación de directivos va a ser el primero que se dedique ex profeso a la responsabilidad social corporativa y va a ofrecer un único programa: un MBA responsable que se puede hacer bajo tres modalidades: full time, a tiempo parcial y combinando clases y lecciones online. Vamos, lo que suelen hacer las escuelas de dirección. “El MBA está desapareciendo en muchas escuelas como tal, pero en otras se está adaptando a los nuevos tiempos. Acortando la duración del máster, porque la gente tiene menos tiempo y quiere dedicar menos dinero, y especializándolo, como estamos haciendo nosotros, porque las materias de toda la vida ya no son suficientes para los ejecutivos del siglo XXI”.